Ahora que te miro y que pareces otro entiendo las palabras que caen de tu boca. (...)
Ahora que no estás y no puedo dormir, sé que no bastaba mi alma para ti.
Ahora a quién le importa que yo me venga abajo y todas las razones se caen a pedazos.
Ahora que estoy sola y muero por mi cuenta entiendo las palabras que escupiste sobre mi.
Vete muy lejos, muy lejos de este mundo, aunque sea demasiado tarde para ti.
No me dejes aquí lo poco y nada que nos queda.
Quédate lejos, tan lejos de mi mente, donde no mires de frente a nadie como yo.
No me dejes aquí esperando, como si fuera cosa fácil para mi."
Cuando sientes de alguna manera las cosas, tiene que haber algo grande para que te haga cambiar de opinión.Por eso, aún así, te espero, aunque ya no quiero esperar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario