"¿Cómo se llama cuando extrañas, pero no puedes volver?"

Ese exquisito dolor de amar a alguien tan inalcanzable, tan imposible, tan lejano... ¿Es realmente amor o será que soy, simplemente, adicta al dolor?
Siempre quise ir hacia él, ser sólo yo, pero me sentía casi como atada a una silla al intentarlo.
Entonces llegó un momento en que una parte de mi me retuvo porque sabía que había ya llegado demasiado lejos: era mi límite.
Y así nada más me alejé. Era libre, él era libre... pero no había nada de exquisito en ello.
Era todo un panorama desolador, y no hay consuelo.


Soñaba que vivía un amor eterno y un día me desperté frente a una realidad.
La eterna pregunta es "¿por qué?"...
Un paso al costado es siempre más razonable, ¡es que todos somos personas!
Cuando di el mío escuché el momento exacto en que el corazón se me partió en mil pedazos.
Y es por eso que sé que sí era amor, que sí lo es... por eso y por lo vivido.